Hola a todos, mi nombre es Mathilde Laheyne, emprendedora creativa, entre la comunicación, el yoga y el tema del día; la creación de mi marca ética femenina.
Hoy dedico gran parte de mi vida diaria a bienestar físico y mental. Abogo por un estilo de vida más responsable y más pausado. Ropa comprada conscientemente, tomando momentos simples junto al mar, pasando tiempo en la naturaleza, creando y dibujando ideas para mi próxima colección bajo el sol del País Vasco (¡un momento mágico!).
Debo mi compromiso eco-responsable a un detonante, a una conciencia: ¡ encuentros y momentos de vida! Lucie, uno de mis encuentros más bellos. Estoy avanzando hacia el mundo eco-responsable, ya sea para mi apartamento, mi comida o en la moda. Algo realmente hizo clic durante nuestras conversaciones. ¡Quiero cambiar un poco este mundo de la moda y defender nuestros valores!
En este sentido, apoyo la limpieza de nuestras playas vascas, nuevos proyectos de jóvenes creadores que tengan sentido y algunas asociaciones a favor de los animales.
La forma en que percibo el mundo que me rodea e interactúo con los demás ha estado fuertemente influenciada por mis viajes. Viví en la Isla de la Reunión, entre bondad y mezcla de culturas, y pude descubrir los países de mi alrededor: una inspiración que sigue alimentándome.
Ya que nos centramos en la Isla de la Reunión, déjame contarte una anécdota: ¡fue allí, en mis shorts de lona de una tienda local, donde descubrí las playas más hermosas y también mis mejores quemaduras de sol! Siempre recordaré esta quemadura de sol que duró más de dos meses en la línea de bronceado de estos shorts: uno de mis primeros momentos en la isla.
Me gusta pensar que el deseo de apoyar causas nobles es contagioso. Así que si tuviera que dar un consejo a aquellos que aún no se han lanzado: haz un cumplido al día y una buena acción sincera a la semana. A menudo es gratuito e incluso 1 euro o una acción proporcionan el mejor apoyo.
Sin embargo, adoptar un estilo de vida más ético y responsable no es un proceso lineal; Yo siempre voy de compras… ¡sin bolsas! ¾ de las veces los olvido en casa... así que vuelvo a comprar algunos o me esfuerzo con el carrito de la compra para deshacer las maletas en el coche, creo que os podéis imaginar... así que mejor me río de ello: ligereza sobre todo !